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RUMBO A OCTUBRE
Piñas que van y vienen: los buenos días de Marcos Pisano en el inicio de la campaña electoral
El jefe comunal arrancó con una cuota de tranquilidad brindada por terceros.
El 2 de septiembre comenzó oficialmente la campaña de cara a las Elecciones Generales del 22 de octubre. Para el intendente de Bolívar, que enfrenta una parada difícil, los primeros días fueron una bocanada de aire fresco. Enfrente, un ápice de luz al final del tunel.
Marcos Emilio Pisano siempre tuvo claro que Juan Carlos Morán era el mejor rival a enfrentar y tener alguna chance de continuar al frente del municipio. Sabía que su gestión, afectada por la pandemia, la crisis económica y las internas político-personales con Eduardo 'Bali' Bucca, no iba a alcanzar en una elección que, a diferencia de la de 2019, tiene a los dos líderes más importantes de la Unión Cívica Radical (UCR) juntos.
El esfuerzo de Juan Carlos Morán por mostrarse abroquelado a José Gabriel Erreca, Nicolás Morán y Marcelo Salamanco, sufrió un revés el pasado lunes cuando César Pacho pateó el tablero y dijo que no trabajará para que el ex diputado sea intendente.
Al menos una parte del universo radical crucificó a Pacho por su decisión, que tardó tres semanas en blanquear. Post PASO, el contador realizó un viaje de descanso y al volver su grupo le pidió una definición. De antemano sabía que la mayoría no quería acompañar a Morán, con quien varios tienen -y manifiestan- evidentes problemas personales. "No me seduce trabajar donde no me han tratado bien", llegó a decir Pacho, en una entrevista que le realizó José Castro para La Mañana.
A eso se sumó el disgustó del ex precandidato con el presidente del Comité de la UCR, Sergio Croce, a quien cruzó por su manifiesta inclinación hacia la lista que acordó José Gabriel Erreca, su jefe político, con Juan Carlos Morán. Pacho evalúa que a pesar de eso, de no haber tenido el "aparato" partidario y del apoyo simbólico que Morán obtuvo del ex intendente, Alfredo Carretero, sacó mil votos menos. Nada mal para su primera aventura.
La bomba de Pacho detonó luego de una foto en la que se ve a su primer precandidato a concejal, Gualberto Mezquía, compartiendo un encuentro con el resto de los competidores de las PASO opositoras, incluído Morán. Aunque, tal como le explicó 'Willy', su participación fue a título personal, en el pachismo se vieron en la necesidad de salir a "despegarse".
En un raid mediático Morán minimizó la decisión de Pacho calificándola de individual. Agregó además que -aparentemente- "un montón" de sus votantes lo acompañarán en las Generales. Eso está por verse: desde el 14 de agosto, el día después de las PASO, el oficialismo municipal comenzó una delicada y minuciosa tarea de identificar al votante promedio de Pacho, al que caracterizan como "voto blando", es decir, aquel que optó por Juntos por el Cambio en las primarias a partir de su simpatía por el precandidato, pero que puede inclinarse por Pisano en octubre, a pesar de que forme parte de otro ecosistema partidario.
Pero lejos de encausar su discurso y redirigirlo al intendente, que es como puede lograr mayores adhesiones, Morán volvió a empantanarse en el internismo opositor. Para tensar al votante de Milei dijo que la lista de La Libertad Avanza en Bolívar fue armada por [el ex presidente de la Cámara de Diputados bonaerense] Manuel Mosca y por Jeremías Casali, a quienes definió como "lo peor de la casta". Una declaración que estuvo lejos de ser música para los oídos de José Erreca, quien compartió boleta con Casali en 2019 cuando fueron precandidatos a intendente y concejal, respectivamente.
La respuesta no tardó en llegar: desde La Libertad Avanza difundieron un comunicado en el que catalogaron a Morán como "la casta". "Vive hace más de treinta años del Estado nacional y provincial", "perpetuarse en el poder, lo único que le importa" y "poco democrático", fueron algunas de las expresiones de los libertarios, quienes le recordaron su paso por el Congreso nacional, la Legislatura bonaerense y la Subsecretaría de Interior durante el gobierno del ingeniero Macri.
Sin dudas, el escenario opositor tal cual se expresó en los últimos días beneficia el normal funcionamiento de la campaña de Pisano, mientras persisten fallas en su gestión y revierte algunas otras. Pero también descomprime por un rato la tensión con 'Bali', con quien más allá de la estrategia netamente electoral se debaten el mediano plazo.
La holgada diferencia de votos entre el oficialismo y la oposición en las PASO fueron excusa suficiente para los pedidos de cambios en el Gabinete, a los que Pisano no habría accedido al menos hasta el momento. Sabe, en el fondo, que ceder espacios antes de la elección no sólo lo debilitaría en lo inmediato, interna y externamente, sino también en caso de ganar.
En ese sentido, las próximas semanas -sondeos de opinión mediante- serán claves para dirimir cómo y quiénes, al decir de Cristina Kirchner, tendrán la lapicera a partir del 10 de diciembre.
