Tin de Azevedo camina las calles de Bolívar como cualquier transeúnte, pero tiene un talento que lo distingue: escribe canciones y es muy prolífico, tiene más de cien en su haber, pero a no confundirse porque en su obra no sólo prima la cantidad sino también la calidad. 

Tin graba sus temas y los publica en YouTube y Facebook, junto con versiones cantadas por su hija Alina (Cuca Feliz), sus hermanas Eugenia y Natalia (Natty Blues), Sandra Santos y también Jorge Godoy. 

No las presenta en vivo, tiene miedo escénico dice, aunque en su momento acompañó a su hermana Eugenia en los Torneos Bonaerenses, en Mar del Plata y en el escenario mayor de Cosquín, en esa oportunidad junto a Matías Almada y ‘Chiqui’ Chaves. También participó en varias presentaciones que realizó por streaming Sandra Santos, y junto a Godoy formó parte de la nueva versión de ‘Amanecer de San Carlos’ con las voces de Pipo y Juan Cupertino, para Me Encanta Bolívar 2021.

Tin es autodidacta, de niño tomó algunas clases de guitarra que le permitieron sacar los primeros temas. “Era mi mayor inspiración, fue una marca a fuego: la música, la guitarra, los aires de folklore y de rock nacional - cuenta su hermana, Eugenia -. Comenzó a desarrollar su arte a través de la tecnología escribiendo en una computadora, luego fue utilizando programas como Guitar Pro que le permitían grabar y componer con distintos instrumentos y hacer que una orquesta toque para vos. Todas esas cosas desarrollaron el sesgo compositor de mi hermano”.

Del frondoso grupo de canciones de Tin citamos ‘Debajo de tu piel’; ‘Lo que pudo ser’, grabada por su hija Alina (Cuca Feliz) y por Sandra Santos; ‘De Bolívar’, con la voz de Eugenia: “Siesta, bici y almacén. El vecino. La amistad. La costumbre tiene pueblo, fiesta propia y carnaval / Cada rambla un eslabón, la palmera sabe bien. Historias amontonadas van y vienen, ya sin tren…”

Hay también un grupo de composiciones con espíritu histórico: ‘Ponchos y boleadoras’ y ‘Malón a San Carlos’ (instrumentales); y varias con letras en su mayoría cantadas por Eugenia: ‘Cautiva’; ‘Resina de malón’; y su canción más versionada, ‘La muerte de Piedra Azul’: “Leguas adentro, Calfucurá, pampero fiero, amo y señor del pajonal…”. 

Eugenia fue la primera en registrarla y la canción tomó vuelo propio sonando en varias provincias argentinas. Hay dos versiones de Jorge Godoy: una que registró él solo en su estudio; y otra que se estrenó en el Teatro Coliseo en Me Encanta Bolívar 2021, con una agrupación que contaba con el nombre Jorge Godoy & The Butterfly (Maia Acosta en teclados, Diego Peris en bajo y Franco Exertier en percusión).

Obvio que a ‘La muerte de Piedra Azul’ también la grabó Tin, y tiene un sabor especial, algo intransferible, como todas las canciones que graban los compositores. 

“Todo empezó hace más de treinta años, con una melodía que daba vueltas en los encierros eternos de mi dormitorio”, confiesa Tin. Esa idea musical quedó en su mente, tímida, insegura, con un futuro incierto. El tiempo y el destino le hicieron ingresar al mundo del folklore y fue allí que ‘La muerte de Piedra Azul’ encontró su formato ideal.

“Empecé a darle forma a algunas melodías dormidas. Ensayé chacareras y zambas en su forma más ‘alotrópica’. La mayoría no guardaba la estructura como para un baile tradicional, digamos que eran zamboides y cuasichacareras. Un día revolviendo el tarro, me reencontré con esta melo e intenté ‘zambearla’. Así me lancé entusiasmado a escribir nota por nota en el pentagrama”, rememora.

La letra llegaría después, tuvo mucho peso la sangre materna de los pueblos originarios, y luego de investigar mucho nació la letra de ‘La muerte de Piedra Azul’. “Fue un gran desafío - explica -. Uno de esos que te llenan de adrenalina (al menos a mí). Tenía que lograr hacer una canción que dijera algo de alguien, solamente con cincuenta palabras. Fue tomando forma y casi se podría decir que estaba más que conforme”.

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“Me pareció increíble encontrar en Bolívar a alguien con tanta cantidad de tan buenas canciones - nos cuenta Jorge Godoy, su amigo y compinche musical -. Ya era raro con muchas canciones, y con buenas canciones era casi imposible pero ahí estaba su computadora, un poco fuera de moda y sus composiciones que me parecían super interesantes. Cuando lo conocí más me contó que comenzó como autodidacta en todo, desde manejar una pc hasta armar baterías, bajos, teclados y grabar guitarras; hasta esta cuestión de poder escribir música porque lo desconoce absolutamente; y todo esto le da un valor más que interesante a lo que hace Tin”.

Tin nació en 25 de Mayo y llegó a Bolívar de muy niño con su familia, cultiva un perfil muy bajo, es más, le huye a las entrevistas, Chino Castro es uno de los periodistas que logró su cometido en marzo de 2021.

Y fue en ese encuentro que Tin de Azevedo se retrata de cuerpo entero: “Hay palabras que tienen mucha fuerza. Por ahí estoy haciendo algún arreglo musical y ‘cae’ una. Algunas, solas dicen mucho. Cuando sos compositor, tenés que estar atento, saber aprovecharlo.

Si me hubiera concentrado en tocar bien un instrumento quizá lo hubiese logrado, pero esto es lo que yo he querido. Con la poca formación que tengo, pienso que lo mío es componer lo que me gustaría escuchar”, dijo Tin en esa oportunidad, y lo imaginamos recluyéndose en su laboratorio, Lavadero Records, con una melodía dando vueltas en su cabeza.