La aparcería es un modelo de contrato por el cual el dueño de un campo o terreno cede a otra persona para que realice la explotación agrícola. En nuestro país la palabra aparcero significa amigo, compañero, socio, y es con ese significado que un grupo de chicos nació en 1999 cobijados por el Coro del Colegio Nacional de Bolívar, dirigido por Pilar Ané, bajo el nombre de Los Aparceros.

La agrupación, conformada por Bernardo “Chino” Gutiérrez (guitarra y voz), Diego Peris (guitarra, bajo, violín y voz), Emilio Iglesias (teclado y voz), Martín Argüelles (guitarra, charango, quena y voz, Ramiro Curti (voz), Raúl Chillón (batería y percusión), y Juan Suasnábar (guitarra), desplegó sus canciones en Bolívar, Olavarría, Henderson, La Plata, Capital Federal, Mar del Plata, y también fuera de la provincia.

“El primer recuerdo que tengo es cuando Martín me pidió la guitarra para participar en ‘Si lo sabe cante’, un concurso que se hizo en el club El Fortín, ahí fue la primera vez que los escuché en vivo, y me encantó - recuerda Diego -. Yo hacía muy poquito que había agarrado la guitarra, no tenía ni idea lo que era un bajo, y cuando los chicos me preguntaron si quería tocar el bajo en el grupo, yo les dije: ‘bueno, dale pero, ¿qué es eso?’ Javier Chávez me dio las primeras indicaciones de notas y así arranqué”.

“El motor de todo esto fue Ramiro - nos cuenta Juan -. Habíamos empezado algunos ensayos, se presentó y me dijo que tenía la idea, sabía que yo tocaba la guitarra y dijo: vamos a juntarnos. Al “Chino”, a Martín, a Emilio los fui conociendo en la casa de Ramiro, allí hicimos los primeros encuentros, empezamos a ver qué podíamos hacer y ahí fue el arranque, fue una experiencia difícil de explicar, pero una experiencia inolvidable”.

Por su parte, Raúl rememora: “Tengo los mejores recuerdos, una adolescencia súper sana, súper piola, llena de música, me abrió la cabeza en diez mil pedazos. Yo venía de otro palo a mis catorce años, venía con otra trayectoria de vida que estaba alejada de la música y de repente fue como toparme con la música de cara, que recorrió toda mi adolescencia desde los catorce hasta los dieciocho”.

“De a poquito nos fuimos haciendo, yo creo que sabía cuatro acordes en la guitarra, hacía poco que había empezado a tocarla, fue todo como muy de 0 a 100 - cuenta Martín -. Yo siempre fui el más ‘rompe quinotos’ con ciertas cosas, no de armados musicales, sino de cómo debíamos sonar. Diego era el más transgresor y a mí me salía el ‘más conserva’ en ese sentido. Ahora escucho las grabaciones y las recuerdo con muchísimo cariño”.  

El año que nacieron Los Aparceros fueron finalistas en Azul del concurso ‘Pre-Cosquín 1999, y a partir del 2000 participaron en los Canta Bolívar de ese año, y los de 2001, 2002 y 2004, además de presentarse en la Sala Teatro del Colegio Jesús Sacramentado y en el Teatro Coliseo Español.

“En esos primeros años, entre 1999 y 2000 estábamos muy metidos en la música - prosigue Juan -. Con Raúl, con Diego, con Emilio, nuestra vida pasaba por la música, por la banda y el coro: ensayar, estudiar y escuchar horas de música en casete, en CD, en pensar y ver cómo hacían los que sabían. Ramiro estudiaba la lista de temas, cómo empezar, cómo terminar, qué palabras decir. A mí particularmente me marcó en ese sentido, cuando al momento de hacer algo, por muy sencillo y simple que sea, hacerlo muy en serio”.

En 2004 Los Aparceros grabaron en La Plata un ep que contenía tres temas: ‘Hermanos Kakuy’ (Juan Carlos Carabajal), ‘Digo la mazamorra’ (Antonio Agüero-Peteco Carabajal), y ‘Zamba de Lozano’ (Leguizamón-Castilla). Este ep los muestra en su máxima expresión: grabando en un estudio profesional y demostrando todas sus posibilidades artísticas. 

Juan Suasnábar nos envió material con un sonido más precario pero que es un documento invalorable: contiene parte de la actuación del grupo en Canta Bolívar 2002: ‘Río verde’ (Tamara Castro), ‘Viento del algarrobal’ (La Moro-Mario Teruel), ‘Como la cigarra’ (María Elena Walsh), y una versión de ‘Zamba de Lozano’ (Leguizamón-Castilla).

Por último, en el Facebook de Martín Argüelles se puede ver la actuación de Los Aparceros como quinteto en el reencuentro que se produjo en el Me Encanta Bolívar 2012. ‘Río verde’ (Tamara Castro), ‘Hermanos Kakuy’ (Juan Carlos Carabajal), ‘La yapa’ (La Moro-Jorge Rojas) y ‘Viento del algarrobal’ (Vale cuatro), son los temas publicados.

Con respecto a esa reunión en el Me Encanta Bolívar 2012, Raúl nos cuenta: “El ofrecimiento fue desde la Dirección de Cultura, con la posibilidad de homenajear a Ramiro en el primer Me Encanta Bolívar. No nos veíamos desde que había pasado lo de Ramiro, al menos yo con los chicos. Fue un reencuentro hermoso, encontrarnos todo en la casa de Dieguito Peris, que en ese momento vivía con el viejo, y era un poco nuestro búnker. Vino Juan Suasnábar de Tandil, él hacía un tiempo que no estaba con Los Aparceros, pero fue como la piedra fundamental del grupo, junto con Ramiro. La actuación fue increíble”.

Recordando a Ramiro

“De Rama tengo mis recuerdos, historias y vivencias - dice Juan -. No me olvido más de entrar cuando él estaba en la FM, hacía el programa solo y vos lo veías conduciendo, operando, manejando las bandejas de cds o casetes, atendiendo el teléfono. Rama era un monstruo, un monstruo en el buen sentido, era alguien que tenía una capacidad de llevar adelante y de mover cosas, y transmitía esa energía en el escenario y en la vida. Recuerdos puedo tener montones, pero me quedo con esa imagen, la de Ramiro transmitiéndonos esto, que estábamos haciendo algo de verdad”.

“Se lo recuerda siempre, claramente era la piedra fundamental de la banda, cuando fallece el proyecto se intentó continuar, pero fui el primero que se bajó, no podía seguir, yo convivía con Ramiro en La Plata - agrega Raúl -. He aprendido mucho de Ramiro, de sus andanzas, de cómo vivía, intento siempre recordar eso de que ante cualquier adversidad se puede sonreír de verdad. Elegir pararse a vivir la vida desde un lugar sano, positivo y piola, y eso claramente lo aprendí de Ramiro. Está presente en mis hijas y creo que lo tendré presente para siempre porque significó muchísimo para mí”.

Por último, habla Martín: “Ramiro fue la pegatina en el grupo, el que aglutinaba la situación, te diría que fue la cara visible: él y la radio, y sus formas. Era muy particular, tenía su ángel, no sé qué decir más allá que fue un golpazo toda la situación. Para nosotros, como grupo musical y como grupo de personas fue muy duro. Ramiro era el Luis Miguel del grupo, recuerdo cuando estábamos todos ensayando en la casa, con los buñuelos de la madre, de la Nona. Fue momento muy particular en la vida de siete pibitos que básicamente nació por Ramiro y se empezó a perder con Ramiro”.

Zamba para Ramiro

Cuando Ramiro Curti falleció esa noche del viernes 25 de febrero de 2005 en el festival Canta Bolívar, Diego Peris escribió un texto en su memoria, texto que Los Aparceros leyeron el domingo en el festival, en el marco de un homenaje que le tributaron a Ramiro junto con Los Cohetes Lunares.

Tiempo después Diego le puso música y se transformó en una zamba. 

Hace unos días Diego volvió a cantarla en ‘Sin Fronteras’ (Conducción y producción: Mario Chiqui Cuevas. Sábados de 19 a 21 hs, en la 101.5 Mhz o en la web: www.radiofederalbolivar.com.ar.), compartiéndola a sus compañeros aparceros, y a la gente que recuerda con mucho cariño a Ramiro Curti:

“No encuentro mejor manera para plasmar lo que siento, que regalarte esta zamba, mi querido aparcero / Febrero llegó cantando, llegó cantando contigo, febrero se fue llorando por tu partida, mi amigo / Ha terminado la noche que te impuso la vida, sin palabras nos dejaste, fue un adiós sin despedida / No podía imaginar que un amigo se me iba y colgaste así los guantes cuando te llamó el de arriba / Por ser por todos querido, por haberte conocido, por ser tan solo Ramiro, te digo gracias mi amigo…”