Qué decir de la presencia del bandoneón en el tango, de su misterio insondable, de su nacimiento en Alemania para sonar en las iglesias, y de su llegada al Río de la Plata, para convertirse en un protagonista fundamental del tango. En Bolívar hoy contamos con dos bandoneonistas históricos: Rubén Exertier y 'Tito' Carretero, y este último tiempo se han sumado Eugenia Alejo y Nicanor Pagola, que junto a Exertier, conforman Bolívar Trío.

“No hay muchas agrupaciones de bandoneones, estaba el grupo de Saladillo, que eran tres en un momento - cuenta Rubén -, y en el resto de la provincia no hay grupos de tango ni bandoneonistas, hay pianistas, guitarristas y cantores, pero no bandoneonistas. Esto de tener tres bandoneones juntos, estoy casi seguro que es único en toda la provincia".

Hace treinta años que a Rubén le rondaba la idea de formar un trío de bandoneones, pero nunca la podía concretar. Intentó una vez con 'Tito' Carretero, que había tocado con Fermín Urrutia, el abuelo de Nicanor, se contactó también con Rubén Eguía, pero el proyectó nunca pudo concretarse.

En un momento Rubén intentó formar un trío con un pianista de Olavarría y un contrabajista de Bolívar, y ya tenía la idea de nombrar a la agrupación Bolívar Trío, en homenaje al Trío Bolívar Tango, que estaba integrado por Jorge Riccio, Cacho Borzillo y Mario Rossi.

“Cuando comenzó Nicanor hicimos una presentación a dúo, pero era algo más de estudio, pero cuando llegó Eugenia, dije, acá está el trío - dice Rubén -. Es mucho trabajo porque hay que reemplazar los otros instrumentos sin chocarnos, cada sonido tiene que salir por su lado limpio”.

Seguir leyendo: Por el impacto en el sector cultural, artistas bolivarenses se unieron en rechazo a la ley ómnibus

Le preguntamos a Nicanor, que con sus catorce años es el benjamín del trío, ¿por qué el bandoneón?: “Todo surgió por mi abuelo Fermín, no hubiera sabido lo que era el bandoneón sino era por él. Siempre tocaba los domingos, ya era algo tradicional, a veces lo iba a visitar y me tocaba el bandoneón, me encantaba que me tocase unas piezas, y me quedé con ese lindo recuerdo”.

Durante la cuarentena con Fermín ya fallecido, Nicanor concurría a la casa de su abuela. “Me gustaba abrir el bandoneón y tocarlo, o sea, tocar para sentirlo nada más”. Un día le dijo a su madre que quería tomar clases de bandoneón, y días después lo tenía en sus manos. “Yo no conocía el funcionamiento, pero de a poco comencé a tocar algunas notas que encontraba, tocaba solo en mi cuarto para hacerme amigo del instrumento”. No mucho tiempo después devino el encuentro de Nicanor con su profesor, Rubén Exertier. “El día que me enteré que me habían conseguido profesor, salí corriendo por toda la casa. Conocí a la familia de Rubén, me abrieron las puertas, me siento muy cómodo con ellos, es otro hogar para mí. No sé qué hubiera pasado si no lo encontraba, me faltaba algo”.

Hoy Nicanor integra el Trío Bolívar y está más que contento. “Voy aprendiendo diferentes cosas, me siento muy cómodo con Rubén y Eugenia, es muy lindo estar tocando y al mismo tiempo conviviendo”.

A sus diez años Eugenia comenzó a estudiar con Elba Pagella. Vivía en el campo, en su casa se escuchaba música todo el día pero no tenía acceso a los instrumentos musicales. Dice que se 'le pegó' el tango de escuchar la Orquesta Masserani en su casa, a su padre le gustaba el acordeón y les 'sugirió' a Eugenia y a su hermano tomar clases del instrumento.

“El acordeón era muy difícil entonces comenzamos a estudiar teclado, mi hermano a la semana abandonó - cuenta Eugenia -. A los quince retomé con el acordeón. Mi profesora me enseñaba tango, pero también toco vals, cumbia, lo que sea. Después aprendí a tocar piano y guitarra”.

Un día Eugenia vio a Rubén, Nicanor y Norberto Paolone tocando en la plaza. Pocos días después la convocaron para tocar el acordeón en una obra de teatro, y en esa obra estaba Norberto Paolone, que fue quién la conectó con Rubén. Hace ya dos años que Eugenia ejecuta el bandoneón. “Es diferente a los demás instrumentos - se sincera -, no hay una nota igual a otra, una escala no se parece a la otra, cerrando es una cosa y abriendo es otra, la mano derecha es una cosa y la izquierda otra. Cuesta, hay que estudiarlo, pero a mí me facilitó mucho saber leer la partitura”.

Bolívar Trío están ensayando 'La trampera' (Aníbal Troilo), '9 de Julio' (José Luis Padula), 'Libertango' (Piazzolla), y una polka que Nicanor le compuso a su abuelo. Ya tienen grabados y publicados en YouTube: 'Bésame mucho' (Consuelo Velázquez), y 'Felicia' (Enrique Saborido). “Pasé los temas que grabamos a una página que se llama 'Locos por el fuelle', ahí hay mil seiscientos bandoneonistas de todo el mundo, y tuvimos buenos comentario de gente que son músicos, también te arriesgas a la crítica, pero siempre está bueno que te corrijan”, dice Rubén.

Rubén escribe las músicas, y se las pasa a Eugenia y a Nicanor, aunque Nicanor toca de memoria a pesar de que sabe leer música. Básicamente, en el trío Eugenia y Nicanor hacen la melodía, y Rubén se hace cargo de la parte de la guitarra.

Bolívar Trío debutó el pasado 8 de julio en la Escuela Secundaria Técnica de Bolívar (Enet Nº1). “Nos sirvió como experiencia - dice Rubén -, tocamos sin sonido y salió muy bien, porque los tres bandoneones juntos tienen mucha potencia”. En febrero o marzo se van a presentar en la pista de la Sociedad Rural en una muestra de diferentes ramas artísticas, y volverá a sonar en nuestra ciudad Bolívar Trío, con sus tres fueyes y los duendes de su son.

 PRESENTE TE NECESITA  

Parte de la sostenibilidad de este medio es gracias al aporte voluntario de personas que están satisfechas con el servicio que brindamos. Si valorás el trabajo de nuestro equipo, te invitamos a que hagas tu aporte haciendo click acá.