domingo 5 de mayo de 2024

COLUMNA

El recuerdo de José Luis 'Beto' Alonso, un poeta necesario

Autor de "ABC de la cornisa", "Tríada", "Un hombre necesario" y, aún no editado, "El próximo desierto".

El recuerdo de José Luis 'Beto' Alonso, un poeta necesario

José Luis 'Beto' Alonso nos dejó el 27 de diciembre de 2020. Fue (y es), un enorme poeta de bajo perfil que perfumó las calles de Bolívar con su poesía. Para comprobar la valía de su pluma, y para disfrutar sus poemas certeros, conmovedores y entrañablemente bellos está su obra publicada: ABC de la cornisa, con Miguel Ángel Gargiulo; Tríada, con Adrián García Basetti; Un hombre necesario, libro con sólo un ejemplar editado; y la obra aún no editada: El próximo desierto.

En el programa Sin Fronteras, por Radio Federal, homenajeamos a José Luis Beto Alonso con el testimonio de amigas y amigos, la lectura de parte de su obra a cargo de artistas locales, y acompañados de la obra de Luis Alberto Spinetta y Pink Floyd, artistas que Beto amaba profundamente.

“Muy difícil tener palabras para decir de una persona que he querido tanto -dice Alberto ”Lupín” Pereira-, amistad que comenzó desde muy pequeños, en el potrero del barrio, yendo en el colectivo de Arcumano al Colegio Cervantes, juntos en el Secundario, Tobagos, Cronos, el Bar Rex, las discusiones políticas de los '80, la alegría de su primer trabajo, muchas noches de discusión acalorada, viajes de mochilero, y a Chile dónde pudimos conocer la casa de Pablo Neruda. Para mí, hablar de 'Beto' es hablar de una persona que estuvo ligada a toda mi vida, y fue el tipo que me dijo que se iba a morir, lamentablemente. Para mí 'Beto' fue el tipo del barrio La Maquinita, el de noches interminables. Me quedó esa espina de haber charlado un poco más con él los últimos días”.

En esta convocatoria no podía estar ausente el escritor Luis Lozano: “Al 'Beto' lo conocí a mis veintilargos, en los '88, '89 cuando volví a Bolívar. Los dos escribíamos y siempre discutíamos, en el buen sentido, sobre el oficio del poeta y  el oficio del narrador, nos cargábamos. Tuvimos una relación muy linda, era un tipo muy cálido. Una de las cosas que más me gustaba de él era esa reticencia a mostrar los sentimientos, las emociones. Te pasaba algo lindo y venía y te abrazaba un rato largo, te abrazaba y no te decía nada, y vos sabías que te estaba queriendo mucho. Aparte de la relación personal, es autor de esa maravilla que es El próximo desierto, me parece una obra hermosa, realmente hermosa. Un tipo muy querible el ‘Beto’”.

 

 

'Beto' y Miguel Ángel Gargiulo tejieron una amistad que transcendió el vínculo afectivo, escribieron juntos ABC de la cornisa. Beto le hizo un regalo especial y entrañable a su amigo: la edición de un único ejemplar de su libro El hombre necesario, impreso el 29 de diciembre de 2000. Nos cuenta Miguel: “Tu apellido no rima con nada, eso me decía Beto cuando armábamos ABC de la cornisa, era una cábala que compartíamos con Beto, con su hermano Mingo y con Betty cuando algo nos salía bien".

"Los recuerdos que tengo de 'Beto' son muchos, cargados de anécdotas y de agradecimiento. Era muy generoso, generoso en compartir literatura, su casa y su comida; y compartir noche de cerveza o vino, pero siempre, siempre la charla. Las noches que pasaba en la casa las tengo muy presentes, solíamos sentarnos a ver el atardecer en el pequeño jardín, a beber vino y disfrutar de las rosas, casi siempre me citaba a Keats en broma, pero en serio", recuerda.

 

El mejor de los poetas

 

Para Gargiulo, "hablar de la escritura de 'Beto' me resulta más difícil, no sólo porque le considero el mejor de los poetas de por aquí y de allá, en tanto fui testigo de la delicadez, paciencia y seriedad con la que se manejaba al escribir, sino porque había aprendido a conocer sus búsquedas, sus profundos intereses estéticos, sus abismos, todo de tanto hablar y estar con él. El libro que más atesoro es El hombre necesario, donde expone su enorme compromiso social y estético, así poetiza sobre las Madres de Plaza de Mayo, los desaparecidos, la lucha por la verdad y la memoria. Debo confesar que entre las influencias que tuve para escribir Policronía está este libro. Lo tengo como un incunable, envuelto en papel reciclado.”

Miguel cierra su testimonio con ‘Soñadora’, el poema final de El Hombre Necesario: Persigue ventanas, vive mirando / Ve, lo que no ve nadie, rescata utopías, piensa libros / Escribe los gritos callados, destierra lámparas / Enciende búsquedas, busca hombres para sus panes / Sufre desapariciones, muere desaparecida / Resucita al tercer instante, sueña al hombre humano, no al necesario / Y hay un pueblo que la sueña soñadora de patrias.

 

 

Del programa "Fuga de Tortugas", extraemos parte de la entrevista que Chino Castro le hizo a Andrea Volpe: “Cuando muere alguien relacionado con el arte, a diferencia de un simple mortal que lo recuerda la familia y los amigos, sus cosas quedan instaladas para el presente, para el pasado y para el futuro - cuenta Andrea -. Vos podés tomar un libro, una máquina o un dispositivo digital y vas a encontrar un poema de un gran artista que no sé si quiso mostrarse como tal en la comunidad. Creo que “Beto” terminó escribiendo para sí mismo, y en algún momento creo que hasta dejó de escribir.

El próximo desierto es un libro que merece estar publicado, es una obra maravillosa. La obra tiene una mística muy interesante, es un poema de amor desgarrador de un individuo que intenta mantener en su corazón y en su memoria ese amor de esa mujer, Lucrecia, que ha desaparecido por la dictadura. La obra conmueve porque encontrás también  voces de mujeres, más esta cuestión del amor tan desgarrador. Es la voz de un hombre atravesado por el dolor, por el amor, por la pérdida, por el no olvidar, y es tan humana, te llega tanto a tu interior, ojalá que llegue el momento que esta obra hermosa se edite y que mucha gente de nuestra ciudad y de otros lugares pueda acceder a ella”.

 

Poeta final de El próximo desierto

 

No digo llamarla contra el silencio, sino oírla 

Un mediodía blanco despierta el eterno pájaro negro 

Y la oigo venir sin pies ni pasos sobre un río que ya no fluye hacia mi espera 

Sus piernas de arena construyen el tiempo, hay un reloj que se detuvo en su ausencia y hay un próximo desierto

Para lloverse en la copa de mis días, sus labios de lluvia persistirán en cada tormenta.

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