El bandoneonista, compositor y director de orquesta Oscar Domínguez nació en General Las Heras, a los quince años ya había debutado en Buenos Aires. Transitó muchos años tocando en diferentes puntos del país en la época de las orquestas estables. Cuando esas grandes orquestas de tango fueron desapareciendo, Oscar comenzó a acompañar a cantores de los quilates de Alberto Echagüe, Armando Laborde, Florián Ruiz, Mario Bustos y Jorge Valdés.

Ya radicado en Saladillo, en 2003 fundó la Agrupación de Bandoneones de Saladillo, una formación integrada sólo por bandoneones, excepto la inclusión del contrabajo, y en su última etapa un piano. “Nació como un reencuentro de amigos -cuenta Oscar-, cuando llegué a Saladillo me encontré con una cantidad importante de bandoneonistas, algo que no vi en otras localidades de la dimensión de esta ciudad y aún con más habitantes, y me dije: ¡Saladillo es la ciudad de los bandoneones!, de ahí nació el nombre”.

Domínguez formó la orquesta de la siguiente manera: la línea clásica de cuatro bandoneones, y otra línea de bandoneones que reemplazaban los violines. “Eso fue en el inicio, con el tiempo agregamos un contrabajo para darle una mayor consistencia al ritmo -cuenta Oscar-. Tuve que adaptar los arreglos a cada uno de los músicos para que encontraran su lugar, que estuvieran contentos con lo que hacían, sin exigirle más de lo que podían hacer, pero rindiendo al máximo y poniendo el corazón ante todo”.

La primera formación de la orquesta estaba compuesta por ocho bandoneonistas: Francisco Barreiro, Francisco Rubino, Atilio Velasco, Julio Saizar, Luján Franklin Santansiero, Francisco Mariño, Rubén María Mc Cormack y Oscar Domínguez. Debutaron el domingo 19 de octubre de 2003 en Saladillo, en el auditorio Ricardo Galliani de la Biblioteca Popular Bartolomé Mitre.

“Hicimos presentaciones dentro y fuera la provincia con gran aceptación, iban a escucharnos y cuando terminamos nos pedían autógrafos. Sinceramente yo no estaba acostumbrado, sentía como vergüenza. Ninguno lo estaba, era algo muy extraño para nosotros, pero todos nos sentíamos felices por la valoración que nos daban”, recuerda Oscar.

Oscar Domínguez, y uno de los bandoneonistas de la orquesta, Juan Carlos Aguilera, oriundo de Bragado, trazaron vínculos musicales con Bolívar.

Nos cuenta Juan Carlos que ingresó a Bolívar Tango en el año 2000, y que permaneció hasta el año 2011. “Tuve la suerte de haber integrado dicha orquesta en paralelo con Bandoneones de Saladillo - cuenta Juan Carlos -. Fue una experiencia muy fructífera, compartí música con un grupo de músicos extraordinarios, que con el correr del tiempo terminaron siendo muy amigos”.

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En esos días Jorge Soria estaba acompañado por Toto Moreno (piano), Carlos Páez (bajo), Ricardo Exertier y Abel Álvarez (bandoneones). Juan Carlos Aguilera reemplazó a Álvarez; tiempo después ingresaría el pianista Armando Montalvano, de 9 de Julio, y en otro período de Bolívar Tango, Oscar Domínguez reemplazó a Rubén Exertier, aquejado de un problema de salud.

Jorge Soria grabó junto a Bandoneones de Saladillo el tango Carnaval de mi barrio, de Luis Rubinstein. Ese día grababan también los cantores Marcelo Biondini y Rubén Linares y algo surgió en el estudio, de improviso, sin ensayar, pero que ocurre muchas veces cuando se juntan los artistas. Recuerda Oscar Domínguez: “Jorge estaba grabando el tango ‘Carnaval de mi barrio’, y desde el otro lado del estudio Biondini y Linares me hacían señas, pero yo no les entendía, hasta que abrí la puerta despacito y era que querían hacerle las segundas voces a Jorge en la parte que dice: ‘Carnaval de mi barrio, dónde todo es amor…’. Así que entraron en silencio mientras Jorge los miraba con los ojos bien abiertos, cuando llegó el momento ellos hicieron el corito, y Jorge quedó muy emocionado".

‘Carnaval de mi barrio’, con la voz de Jorge Soria, está incluido en “Homenaje” (2005), el volumen 3 de la discografía de Agrupación de Bandoneones de Saladillo. “Lleva este título porque fue realizado con la intención de homenajear a los cantores”, dice Oscar. 

La última formación de la Agrupación de Bandoneones de Saladillo estaba compuesta por los bandoneones de Atilio Velasco, Julio Saizar, Néstor Teves, Juan Carlos Aguilera, Leonardo Lagostena, Néstor Teglia, Rubén María Mc Cormack, Mario Benítez y Oscar Domínguez, el contrabajo de Carlos Olasagaste y el piano de Mabel Iocco, que había ingresado en 2018.

Hay que acotar que Oscar Domínguez aparte de ser director, bandoneonista y arreglador, es un prolífico compositor, sus obras están en casi toda la discografía de Bandoneones de Saladillo, y el repertorio del último álbum, “Saladillo soy” (2019), está compuesto por composiciones de su autoría, excepto en dos temas.

Con el paso del tiempo la Agrupación de Bandoneones de Saladillo fue perdiendo integrantes, algunos fallecieron y otros tomaron diferentes horizontes: Buenos Aires, La Plata, y la aparición de la pandemia ensombreció mucho más el panorama de la orquesta.

“Llegamos a grabar diecisiete discos, en ellos pasaron algo treinta y pico de cantores, de Saladillo, de la región y cantantes profesionales: Roberto Echagüe, Oscar Larroca, Marcelo Biondini, todos amigos -reseña Oscar-. Y así se fue desarrollando la vida de la orquesta entre una amistad hermosa. Cuando cumplimos los veinte años nos reunimos los que quedábamos y dimos por finalizado el ciclo de la Agrupación de Bandoneones de Saladillo, que quedó en el corazón de cada uno de nosotros, por eso a veces nos reunimos los pocos que quedamos a recordar”.

Durante la pandemia Oscar formó un quinteto virtual con una pianista, una clarinetista, y dos bandoneones (tres con el instrumento de Oscar), lo titularon Quinteto La Cuarentena, y actualmente siguen activos.

En el canal de YouTube ‘Bandoneones Saladillo’ se puede disfrutar de la discografía y recitales de la Agrupación Bandoneones de Saladillo, además de material del Quinteto La Cuarentena.

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