Edgar Choque es un joven productor oriundo de Mar del Plata que hace 20 años llegó a Bolívar para echar raíces junto a su familia. De tradición hortícola, con más de 30 años trabajando el rubro, la huerta familiar hoy provee a particulares de toda la zona. En este comienzo de año tuvo buenas cosechas, con tomates y lechugas récord.

“En la huerta trabajan cuatro integrantes de la familia”, contó Edgar en diálogo con PRESENTE, que además de él están sus papás y su tío. “La temporada de verano es muy demandante en cantidad de horas, ya que se trata de producir surtido para ofrecer una variada propuesta a sus clientes”, indicó. 

Los meses de enero y febrero llegaron con producciones récord, como por ejemplo un tomate de casi 1 kilo y una planta de lechuga que supera los 700 gramos. El joven comentó que no sabe con exactitud la razón por la cual sus verduras tienen un gran tamaño pero cree que “el cuidado de la humedad, la buena ventilación y que el tiempo acompañe” podrían llegar a ser parte de la explicación.

 

 

 

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Sobre su trabajo, Edgar explicó: “El factor determinante es el clima, que puede jugar una mala pasada y dilapidar todo esfuerzo, pero tratamos de mejorarnos y no caer en la negatividad de las adversidades que se presentan. En invierno la intensidad laboral baja, ya que al tener menos horas de luz solar y mucho frío la variedad se achica bastante” en lo que respecta a la producción de verduras y hortalizas. 

Lo que llama la atención es que, además de una producción de primera de calidad, la familia coseche productos de porte y peso récord. En el último tiempo, de los registros conseguidos, se destacó una planta de lechuga de 705 gramos y un tomate de 810 gramos.

“A veces salen productos que te llaman la atención por el tamaño y el peso. Es fundamental que el suelo sea bueno, la calidad del agua, la variedad de semillas que vienen y algunas cositas más”, son los secretos bien guardados de la familia Choque.

Urdampilleta, Pirovano, Pehuajó, Henderson y Daireaux son los destinos fijos de lo que crece en la huerta. Cuando se exceden en cantidad llevan el restante de producción al mercado frutihortícola de Mar del Plata.

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Con 5 años transitados codo a codo en la quinta, Edgar deja abierta su continuidad en el negocio familiar. En ciudades más grandes como La Plata y Mar del Plata los productores son moneda corriente y hasta producen más cantidad.

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