En diciembre del año 2020 dos internos de la Unidad Penal Nº 17 de Urdampilleta tuvieron una pelea y uno de ellos apuñaló al otro. En los últimos días, luego del juicio que tuvo lugar en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº2 de Azul, se conoció la condena que el agresor deberá cumplir por la causa y es de cuatro años de prisión.

La pelea ocurrió en el interior de la celda número 2 del sector de admisión del pabellón 13. El acusado es un hombre de 24 años, oriundo de Isidro Casanova, que había llegado al proceso judicial como homicidio simple. Sin embargo, fue declarado en primera instancia autor del intento de asesinato de la víctima. Por esto, se le otorgó una sentencia de cuatro años de prisión, por 'homicidio simple en grado de tentativa'.

En el juicio no se determinó con certeza si la puñalada que recibió la víctima en el cuello, fue la única y directa causa de su deceso ya que también había contraído Covid. El hecho ocurrió la noche del 13 de diciembre de 2020, el herido fue asistido por personal penitenciario y luego trasladado al hospital Miguel Capredoni de Bolívar, donde falleció días después.

Una vez finalizado el debate se resolvió que quien fue condenado “de manera intempestiva, y valiéndose de un arma blanca cortopunzante y con la intención de darle muerte, agredió a su compañero de celda, asestándole un puntazo en la zona del cuello que le ocasionó una herida cortante en región lateral derecha, produciéndose su deceso el día 21 de diciembre de 2020”.

De todos modos, no quedó demostrado con certeza que la agresión también le causara la muerte a la víctima, de acuerdo a la hipótesis que sostuvo la fiscal que representó a la acusación en el proceso.

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En tanto, la autopsia arrojó como resultado que el fallecido presentó, “además de una lesión de arma blanca en cuello que le produjo intenso infiltrado hemorrágico de las estructuras músculo aponeuróticas, neumonía bilateral por Covid 19”.

Así, “al no haberse agregado las pericias solicitadas ni haber sido citada al debate la profesional interviniente a efectos de despejar las dudas, no se puede saber con exactitud cuál fue el detonante del óbito”, se concluyó en el fallo para terminar condenando al interno que lo agredió por un delito menos grave como es un intento de homicidio.

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