Hoy reseñaremos un gran disco que vio la luz el año pasado: La misma esquina, de San Francisco al Sur; agrupación que diagramó Santiago González Carretero, cantante, guitarrista y compositor, acompañado de Hijo Díscolo (bajo y piano) y Francisco 'Huevo' Allende (batería y percusión), músicos que han estado juntos desde sus inicios. El álbum, de una gran producción, cuenta con una docena de músicos invitados en su mayoría bolivarenses. Fue mezclado por el propio Santiago y Pepo Villanueva, y masterizado por Villanueva.

“Este disco nos encanta, lo hicimos con mucho cariño y pasión - dice Santiago -. Tiene un poco de todo, yo lo planeé así, armar algo que tuviera una gran cantidad de géneros, no es porque me parece que hay que ser eclécticos sino porque mis gustos musicales son así, me gustar aunar distintos estilos y para eso me serví de muchos artistas y muchas voces ajenas para poder componer el disco y producirlo a gran escala”.

Santiago se ha perfilado como un fino compositor que abreva de varias fuentes musicales, los demuestra en este disco en 'Cuando te aburras' (una composición con aires de blues con Santiago luciéndose con su viola); en 'Merodeando' (tema funk bien ganchero, uno de los 'hits' del disco, con Franco Exertier en percusión); en 'Los pasos perdidos' (otro blues hecho y derecho, aquí Santiago se anima a tocar el bandoneón); en 'Fiebre', de un adictivo ritmo funky, con Santina Avendaño en coros; y en 'Zamba del cobarde', donde aborda el folklore.

“La misma esquina tiene un gran hilo conductor, tanto temático como musical, pero a veces se nota que es un disco que reúne canciones de diferentes épocas, tiene canciones que compuse hace casi cinco años, y otras que las hice hace un par de meses - explica Santiago -. Esa distancia temporal hace que a veces suenen algo desparejo los temas, pero quizás es mi percepción y la gente no se ha dado cuenta. Ya estamos trabajando para el próximo disco, y me gustaría que esté más marcado estilísticamente yéndose más para el lado del funk-rock, algo más movido, más uniforme en la sonoridad, más arriba”.

En La misma esquina, Tico Álvarez (saxo alto) y Pepo Villanueva (saxo tenor) aportaron los vientos; Franco Exertier, varias percusiones, Bruno Irastorza el bajo en varios temas, Agustín Marconi el bajo en una canción, y también están presentes los coros de Lucía Romero y Santina Avendaño en dos canciones, y Rubén Exertier participa con su bandoneón en la introducción de 'Este mambo'.

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En cuanto al resto de las canciones, no podemos dejar de mencionar 'La misma esquina', el tema que titula el álbum, que en un in-crescendo se va construyendo un bello relato musical que termina con Tico Álvarez dibujando con su saxo. La misma esquina termina como comienza, haciéndonos mover los pies, con 'Mundoloco', un funk bien picante con pizcas de mambo. “Que el disco se haya gestado desde nuestras computadoras, en nuestras casas con lo que teníamos - aporta 'Huevo' Allende -, y escuchar ahora el buen resultado que se terminó dando, me da mucho orgullo, más allá que después estuvo Pepo Villanueva ayudando a Santi con la mezcla, la masterización y todo el proceso de audio”.

Santiago González Carretero comenzó a estudiar piano a los seis años tocando partituras del repertorio de música clásica pero mientras tanto escuchaba los discos de rock de los 60 y 70 que tenía su padre. Las audiciones de Led Zeppelin, Pink Floyd, ZZ Top y otras bandas fueron moldeando la idea musical de Santiago: el gusto por el rock y los deseos de tocar la guitarra y dedicarse a la música con pasión.

A sus nueve añitos formó con sus amigos su primera banda, Las Pulgas (hacían covers de rock argentino); luego nacería La Cornisa, un power trío con la impronta de Divididos; luego La Cornisa se transformaría en Pernoctares, banda que cultivaba un rock más pesado. La Zurda del Portugués fue el siguiente proyecto de Santiago, con una propuesta más cercana a la Bersuit, con toques latinos y salseros (Boxer Borrero en guitarras, Agustín Marconi en bajo y Francisco Allende en batería).

En las redes sociales se puede escuchar parte del material solista de Santiago: 'Del Brasil', su primer tema propio; y los covers que nos dan una pista de sus gustos e influencias musicales: 'Ain’t No Sunshine' (Bill Whiters), 'Crimen' y 'Zona de promesas' (Gustavo Cerati), 'Seminare' (Serú Girán), 'En tu mirada' (de la banda platense Mustafunk), 'Uptown Funk' (Bruno Mars), 'Supertition' (Stevie Wonder), 'Aprendizaje' (Sui Generis) y 'Guanuqueando' (Ricardo Vilca/Divididos).

Santiago dice que sus referentes máximos son Charly García y Luis Alberto Spinetta. “Me han dejado sin habla…”, dice. Luego: Gustavo Cerati, algunas épocas de Fito Páez y Sumo. También aprendió mucho de dos bandas que escuchaba de más chico: La Renga y Divididos. En el plano internacional nombra a Pink Floyd, Led Zeppelin y Bob Dylan. “Tuve un momento que aprendí mucho de Dylan - cuenta entusiasmado - sus armonías, su forma de narrar historias y su manera de protestar, una marca registrada”.