Ante un Auditorio de la Biblioteca Rivadavia casi colmado, Facundo Ramírez en piano y Leo Andersen en guitarra brindaron un recital impecable en su técnica interpretativa, y emotivo en el repertorio, rescatando obras de glorias de nuestra música.

Facundo Ramírez es hijo de Ariel Ramírez, compositor y pianista fundamental de nuestra música popular argentina, citamos solo tres títulos “La Misa Criolla” (1964), “Mujeres Argentinas” (1969) y “Cantata Sudamericana” (1972), para ejemplificar su inmensa obra. Y Facundo, como buen hijo, reivindica y difunde el inmenso tesoro artístico de su padre, además de diferentes compositoras y compositores.

Facundo es pianista, compositor e intérprete, pero también es director de teatro y actor, y estas facetas se notaron en recital del sábado, que fue impecable en lo musical, pero también didáctico en cuanto a la presentación de los temas. Mientras el dúo de piano y guitarra desplegaba el repertorio del disco 'Piano Argentino', más otras músicas de diferentes autores, Facundo tamizó las interpretaciones con anécdotas, detalles de encuentros con los compositores que interpretaba: historió el origen del arreglo de la chacarera 'Del 55', que nació originalmente de un arreglo que realizó Guillermo Borghi para cuatro pianos para Marta Argerich; y relató una anécdota de su padre cuando estuvo un año en Perú estudiando la música del lugar y allí escribió el vals 'El Choclón', cuando tocaba este vals los peruanos no podían creer que Ariel Ramírez era el autor.

Facundo tomó la misión de poner en valor nuevamente la música instrumental, y nos dio sus razones en 'Sin Fronteras': “Hubo un fenómeno de irrupción de grandes cantantes populares, masivos, en los 90 que coincidentemente fueron todos cantantes, y entonces se empezó a asociar la música popular con el canto.

Eso lo empecé a advertir hace treinta años atrás, solo que ahora hay cada vez menos espacios para tocar música instrumental, se programa cada vez menos en los teatros, en los festivales, en los centros culturales, y lo que es peor aún es que las audiencias se acostumbraron a que la música sea sinónimo de canto, entonces eso es algo que a mí me genera una alerta y hace que yo termine grabando 'Piano Argentino', como una reivindicación de la música instrumental argentina.”

'La oncena' (Eduardo Lagos), 'La 55' (Hermanos Nuñez), 'Chacarera decafónica' (Alberto Rojo), 'Donata Suárez' (Juan Falú), 'Milonga del ángel' (Astor Piazzolla), 'Canción para bañar la luna' (María Elena Walsh), 'El Choclón', 'Estudio N° 15', 'El pampeano', 'Cueca de la frontera' (Ariel Ramírez), son algunas de las obras que Ramírez en piano y Andersen en guitarra interpretaron en la velada del sábado. Hay que aclarar que Facundo reinterpretó estas chacareras, valses, zambas y cuecas a su manera: “Lo importante es que me gusten a mí”, bromeo Facundo en un momento.

La noche terminó con un bis muy emotivo: la audiencia cantando junto con Ramírez y Andersen 'La tristecita', esa hermosa zamba que escribió Ariel Ramírez, y que en su estribillo reza: “Ay, tristecita, tristecita igual, que es llovizna azul murmurándole al cañaveral…”