Luego de las lluvias caídas la última semana, Bolívar y la zona se encuentran por debajo del promedio histórico de precipitaciones. Si bien aportaron un alivio, todavía se da el déficit por la sequía y debería llover mucho más para alcanzar la medida óptima de 900 milímetros.

El ingeniero Gonzalo Pérez, agente de INTA Bolívar, mencionó en diálogo con PRESENTE que “lo que está pasando con las lluvias es que este año llevamos en promedio en el partido de Bolívar alrededor de 400 milímetros. Hay que pensar que la media para la zona es de 900 milímetros de enero a diciembre, ya estamos en noviembre y muy por debajo del promedio histórico”.

Además, en cuanto a la siembra, el profesional indicó que los lotes de trigo y cebada fueron afectados por la sequía, por los fríos y las heladas. De esta manera, las lluvias de la semana pasada “llegaron un poco tarde, sobre todo para lo que es cebada”.

En la misma línea marcó sobre los suelos que “el agua que cae de la lluvia se almacena y por lo tanto es la reserva que tienen los cultivos para aprovisionarse esa agua”.

En la actualidad, los suelos están por debajo de su capacidad de almacenamiento. “Nuestros suelos pueden almacenar aproximadamente los primeros dos metros de perfil, alrededor de 200 milímetros en el mejor de los casos y en la mayoría están muy por debajo de la mitad de esos 200 milímetros de almacenamiento. Por lo tanto, todas estas lluvias que han venido ocurriendo no alcanzan a cubrir la capacidad que tienen de almacenaje”, agregó.

La última semana también, tras la recomendación de la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario, el gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció que extenderá la declaración del estado de emergencia hasta el 2024 en 39 municipios afectados por la sequía. Bolívar, Carlos Casares, Trenque Lauquen y Azul son algunos de los distritos que integran el listado.

Otro factor que todos los años ayuda a mejorar el rendimiento, es “el agua que tenemos por debajo de la superficie, que es lo que nosotros llamamos la napa freática”. Para que los cultivos la puedan aprovecharla, debería estar por encima de los dos metros y en este caso, en la mayoría de los lotes, “las napas se encuentran en los dos metros y medio o los tres metros”.

Así, los cultivos no pueden beneficiarse de esa agua que otros años “salvan la producción o ayudan, por lo tanto este año estamos complicados en eso”.

A modo de balance Pérez sostuvo que “la situación, si bien es bueno que vengan estas lluvias, es que todavía estamos en déficit. Debería llover mucho más y esperamos que se recomponga en los próximos meses”.

Consultado sobre el pronóstico y la probabilidad de que vuelva a llover, el ingeniero mencionó que, por ahora, “lo que está pronosticado es que las lluvias sigan dentro de lo normal para la zona de Bolívar. Lo normal es que lluevan alrededor de 100 o 110 milímetros en noviembre y lo mismo para diciembre”.

De cumplirse este pronóstico, el partido de Bolívar estará “en el mejor de los casos, en 600 milímetros en el año, cuando la media son 900. O sea, vamos a estar 300 milímetros por debajo de lo que llueve normalmente y va a ser, de los últimos años, uno de los más secos”, terminó el agente de INTA local.