Día del Panadero Argentino: cuáles son los orígenes de la celebración

Cada 4 de agosto se conmemora el Día del Panadero Argentino en memoria de la fundación de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos. La fecha quedó establecida tras la aprobación del Congreso Nacional.

La profesión de panadero es una de las más antiguas que se registran en el mundo, el talento de unir ingredientes con el amasado perfecto y con hornos adecuados sigue más vigente que nunca.

En la antigüedad, el pan solía realizarse en las casas para consumo familiar. Con la llegada de la Revolución Industrial en el siglo XVII se convirtió en una labor de un sector determinado de la población. Así fue que nació el oficio del panadero.

Por mucho tiempo fue uno de los trabajos peor remunerados y bajo condiciones laborales deplorables. La jornada se llevaba adelante durante la mayor parte de la noche para poder acabar la producción a primeras horas de la mañana.

Hasta que en el año 1887, un político italiano que había migrado a la Argentina, llamado Errico Malatesta, fundó el sindicato de obreros panaderos y dejó una fuerte impronta en lo que fueron los orígenes de la organización obrera en el país.

El avance registrado dentro del rubro a lo largo de los años y su reconocimiento

Actualmente el panadero debe contar con competencias técnicas para realizar distintas tareas. Entre ellas, la recepción de las materias primas, elaboración de productos básicos y su presentación para la venta final.

Se calcula que el pan forma parte de nuestras vidas desde hace por lo menos diez mil años. Con el correr del tiempo se dieron a conocer variedades sujetas al tipo de harina, así como también diferentes tipos como el baguette, muffin, pretzel o cracker.

Por estos motivos, el Congreso Nacional declaró en el año 1957 el Día del Panadero Argentino, con el objetivo de reconocer la elaboración del alimento más básico y agradecerle por su dedicación.