Norberto y Manuel Santos celebran este viernes 37 años de la apertura de la bicicletería 'El Paisano'. En diálogo con PRESENTE recordaron su trayectoria como comerciantes, los “buenos y malos momentos” y aprovecharon para agradecer la confianza a todos sus clientes.

“Me inicié en el rubro de la bicicletería debido a un accidente muy grande que tuve en el año 1986. Como me vine dos meses para acá para recuperarme, se me dio por abrir un negocio”, fueron las primeras palabras de Norberto.

El propietario de la bicicletería que está ubicada en la avenida San Martín recordó que los primeros años fueron difíciles y, con el tiempo, “fuimos teniendo mucha clientela, afirmándonos, después empezamos a traer bicicletas nuevas. No pudimos arrancar con bicicletas nuevas porque no teníamos y la verdad es que nos fue bastante bien”.

En la actualidad, el bicicletero que cumple 37 años al frente de su local, marcó que “los nenes chiquitos quieren una rodado 29”, a diferencia de años anteriores que comenzaban con números inferiores como 16 y 20. “Ha cambiado muchísimo todo, la 29 está bastante cara pero hoy se anda mucho más en bici porque el parque automotor se incrementó, pero el de bicicletas también”, sostuvo.

Por su parte, Manuel, indicó que en temporadas de invierno anteriores el trabajo mermaba y “ahí te das cuenta que la bicicleta sigue estando en auge porque ahora seguimos teniendo el mismo trabajo que en verano. La gente tomó conciencia y en Bolívar se puede manejar en bicicleta”.

El hijo de 'El Paisano' se incorporó en el negocio a sus 18 años. “Después de estudiar arranqué y sigo firme todavía”, dijo. “Yo me quiero empezar a retirar de a poco, lo veo a Manuel que se ha puesto la bicicletería al hombro y eso me da para que pueda seguir acompañándolo a él. No es un trabajo pesado, vamos a seguir unos años más y después ya se la dejamos a Manuel”, agregó Norberto.

Al momento de resaltar épocas de trabajo en su trayectoria, el padre recordó que en 2001 “la gente no compró nada y tuve que salir a vender la camioneta”. También, la pandemia hizo lo propio con el negocio, “no había forma de levantar”, afirmó.

Por otro lado, al hablar de “momentos buenos”, Santos destacó la amistad que se generó con sus clientes. “Gracias a los clientes y amigos que siempre nos apoyaron en estos años podemos seguir vigentes porque sin la confianza de ellos no podríamos estar”, terminó Manuel.