lunes 13 de mayo de 2024

Columna

El Flaco, mi padre y yo

El sociólogo y escritor, Miguel Gargiulo, es autor de "La memoria de las manos", libro que cuenta la historia del reconocido arquero 'Flaco' Carón.

 El Flaco, mi padre y yo
domingo 02 de julio de 2023

Mi padre, que en sus tiempos jóvenes había sido arquero, admiraba al 'Flaco' Jorge Carón. Por esa circunstancia, no se perdía ningún partido de la selección de Bolívar donde el pirovanense tenía un lugar sin discusión entre los “tres palos”.

Yo andaría por los diez u once años y, entusiasta del fútbol, negociaba portarme bien durante la semana a cambio de que papá me llevara con él a la cancha. Desde luego, no me animo a sostener que hube cumplido alguna vez con la buena conducta a rajatabla, no obstante el premio de asistir a los partidos de la selección lo obtenía igual. Cosas que hacen lo padres y nosotros recién valoramos cuando nos hacemos tales.

La rutina era siempre la misma: mi padre y yo nos acomodábamos a la izquierda de la tribuna grande, en las gradas que circundan el hermoso Estadio Eva Perón. Ni bien él comenzaba a charlar con el hincha que en la ocasión estaba cerca... y por entonces siempre había uno cerca porque la Selección concitaba la atracción de miles de espectadores, yo le pedía permiso para ingresar al campo de juego. Obviamente, me lo daba.

 

Última selección de Bolívar con la que jugó el Flaco

 

Allá iba, henchido de alegría a colarme por una puertita pequeña y fácil de forzar ubicada frente al sector de los baños para visitantes, es decir tras el arco que da al Parque Las Acollaradas, puertita que jamás pude saber para qué otra cosa servía salvo el ingreso furtivo de los chicos como yo. Me colocaba a un par de metros detrás del arco y aguardaba a que, en el curso del partido, pudiera alcanzarle la pelota al arquero.

En esos felices trances es que ví atajar al Flaco y, como era de esperar, al mismo tiempo comencé a cultivar mi propia admiración por el enorme arquero. Varios partidos tuve el privilegio de admirarlo de cerca durante 45 minutos, los que duraba el tiempo en que él defendía ese arco. Cuando regresábamos a casa, siempre a pie, comentábamos las alternativas del partido y nos jactábamos de las atajadas de Jorge. Era nuestro primus inter pares porque, a decir verdad, aquellas selecciones estaban compuestas por enormes jugadores.

 

El padre de Miguel, de gorra, integró el equipo de la Escuela 11, La Protectora.

 

Varias décadas después de aquellos años felices (del fútbol y míos) pude contarle estas anécdotas sencillitas a Jorge. Y, claro, proponerle escribir su biografía. Aceptó y en ese acto me permitió darle un colofón hermoso a mis recuerdos. Trabajamos juntos durante un año y, por fin, publicamos 'La memoria de las manos'.

He deseado que mi viejo hubiese tenido la posibilidad de leer lo que había escrito. Se fue muchos años antes. El Flaco sí lo leyó. Y, según me confirmaba cada vez que nos veíamos, lo leyó varias veces disfrutándolo. Consideré eso como el mejor premio posible a alcanzar.

 

Gargiulo publicó el libro en 2018

 

El 28 de junio, su hija Fedra me informó que su papá, Jorge Carón, ídolo de mi papá, había fallecido. La pena me llenó el alma. PRESENTE me invitó a borronear algunas líneas, y aquí estoy, finalizándolas. Ojalá estén a la altura. Buen viaje, querido Jorge Flaco Carón. Que en paz descanses y que tu familia encuentre atenuantes al dolor. Por mi parte estoy tratando de encontrarlos.

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