Amelia Álvarez, hermana de César Gody Álvarez, fue una de las oradoras en el acto que este martes organizó el Partido Comunista Revolucionario por el aniversario de la detención y desaparición del bolivarense durante la dictadura militar. En su discurso, contó cómo sucedieron los hechos hasta conseguir que los restos de Gody descansen en Bolívar.   

En primera instancia, Amelia agradeció a la organización por el homenaje y resaltó que hace 47 años, un 24 de marzo, "se inició en nuestro país la peor de todas las etapas que haya vivido y dentro de esa etapa, a nosotros como familia y a ustedes como compañeros, nos tocó la peor parte, la de ir perdiendo integrantes".

La hermana de Gody afirmó que "desaparecer, como decía el témino inventado por Videla, nadie desaparece en el aire, eso es mentira. El término desaparecido jamás debió haberse utilizado, porque fueron secuestrados, torturados y luego asesinados". 

"Desde ese momento, tanto mis hermanos como yo, iniciamos la búsuqeda mediante hábeas corpus, siempre acompañados por sus compañeros, a eso no lo podemos olvidar jamás. El Partido estuvo pegado a nosotros y a su vez, tranquilos porque sabían que Gody no iba a decir una palabra de dónde estaba cada uno".

Más adelante, Amelia marcó que Gody, dentro del PCR conocido como Antonio, "entregó su vida pero le ganó a los militares una gran batalla, no lograron sacarle una palabra con respecto a sus compañeros, ni a los lugares donde vivían, ni de los lugares donde se reunían, a eso lo supimos años más tarde.

La búsqueda no cesó nunca, había detalles o surgían ideas y allá salíamos la familia a comprobar si eran ciertos. 30 años después logramos encontrar, gracias a la apertura de los archivos que hizo el entonces presidente Néstor Kirchner, nada más y nada menos que un expediente judicial donde describía el momento que habían encontrado un cuerpo, cuya autopsia fue hecha en Merlo y lo identificaron", continuó la mujer.

En el expediente, "consta que sabían quién era, pero a la familia jamás se lo comunicaron", detalló Amelia. Tras ser rescatado por un grupo de abogadas, familiares de Gody se enteraron que eran sus restos. "Fuimos con mi hija y mi hermana a ese cementerio y por supuesto nos negaron la posibilidad de ver los libros porque, según la señora que nos atendió, se los habían comido los ratones", indicó.

Tiempo más tarde, la familia Álvarez se enteró que los libros habían sido secuestrados por un juez. "De ahí se inicia la búsqueda y se sabe que dentro de ese cementerio de Merlo, estaban los restos. Realizados todos los trámites burocráticos, los recuperaron, lo identificaron y afortunadamente se pudieron traer a Bolívar y descansan junto a los de mi madre, ella que tanto tiempo esperó a su hijo.

Cuando pasó la Navidad de 1983, que había vuelto la democracia, ella se dio cuenta y dijo 'ahora sí sé que no lo voy a ver más a mi hijo', pero durante todos esos años estaba con la esperanza de que iba a volver".

Por último, Amelia se refirió a quienes presenciaron el acto pero "sobre todo a la juventud, que no tuvieron la oportunidad de conocerlo. Muchos lo toman como ejemplo y el mejor homenaje que puede tener es continuar la lucha con la palabra, con los pensamientos, con las acciones.

No abandonen nunca sus ideales, defiéndanlos y hagan realidad una frase que me repitió un representante de la Comisión de Derechos Humanos: 'las ideas no se matan'. Sigan adelante, no claudiquen", terminó la hermana de Gody.