Una polémica vinculada al hospital Miguel Capredoni se suscitó en los últimos días a raíz de una manifestación pública del concejal de Juntos, Luciano Carballo Laveglia, que lo ubicó, por un lado, como "abanderado" de la salud; pero por el otro, como un dirigente que lejos de cooperar frente a un determinado problema, prefiere la denuncia y la polémica. El radicalismo, nuevamente expuesto ante la sociedad por sus diferencias internas hasta en temas que, en un año electoral, le permitirían acumular políticamente.

Carballo Laveglia, en uso de sus facultades como concejal, visitó la cocina del hospital municipal al tomar conocimiento de un problema con el suministro de gas. Posteriormente, publicó un posteo en su cuenta de Facebook con la siguiente leyenda: "Hace cuatro días que no se cocina, ni se lava, en el hospital. Lavan afuera y cocinan en chulengos. No tienen gas. ¿La salud?". Sin mayores precisiones acerca del problema, lógicamente, comenzó a reproducirse la indignación.

Al día siguiente, el edil dijo que "si no se hubiese hecho público lo del gas en la cocina y lavadero del hospital, que hace una semana que no funciona, ¿estaría sin solucionar?". Y agregó: "Es necesario, veo, dar a conocer las cosas, para que hoy sábado se esté trabajando en el Gabinete de reguladores".

¿Cuánto tuvo que ver la manifestación pública con las reparaciones? Según Carballo Laveglia, todo. Sin embargo, un comunicado interno que circuló por un grupo de WhatsApp que integran concejales del radicalismo, cuya veracidad fue confirmada por PRESENTE, da cuenta de que las concejales Emilia Palomino y Patricia Oroz habían recorrido el hospital y les habían informado que se estaba trabajando en la reparación. Que si todavía no se había solucionado por completo, era porque se requería de insumos fabricados a medida y de la certificación de la empresa Camuzzi.

Este medio también consultó a la secretaria de Salud municipal, María Estela Jofré, quien estaba al tanto de la situación y afirmó que la directora del nosocomio, Marcela Laborde, le había reportado que la solución iba a estar en las próximas horas, testimonio que puso de relieve que las autoridades se estaban ocupando del problema antes de la denuncia pública del concejal. La confirmación de estos dichos vino de parte de trabajadores del área de mantenimiento, que contactados por PRESENTE sostuvieron: "No es como dice el concejal, que se solucionó por su publicación, ya estábamos trabajando".

Luego del revuelo, Carballo Laveglia volvió a referirse en su cuenta de Facebook al tema y consideró que su función "no es solucionar" sino que eso correspondía a quienes estaban a cargo del municipio. "Nuestra función como concejales es visibilizar las cosas que están mal y los reclamos de los vecinos", agregó. Un rol que, al menos en este caso, no todos los concejales que representan a la comunidad están de acuerdo, empezando por sus colegas de bloque que optaron por no hacer pública su recorrida por el sector del nosocomio afectado, limitándose a tomar conocimiento de la situación.

El problema

En los últimos días los sectores de cocina y lavadero del hospital Capredoni dejaron de recibir el gas necesario para su normal funcionamiento a raíz de un percance en los reguladores. Personal de mantenimiento del hospital estuvo abocado a la realización de una obra en la casilla del gas, que ameritaba cambiar los reguladores en mal estado por unos nuevos.

Frente a esta situación se decidió enviar los insumos lavados en el hospital al lavadero de la Escuela de Educación Especial N° 501 para su secado, hecho que también pone en duda la declaración de Carballo Laveglia sobre que se lavaba "afuera" del nosocomio. En tanto que, en la cocina, se optó por utilizar gas envasado durante los días que el suministro se vio limitado.