9.2ºc 
Gabriela Pretre, la científica bolivarense que participó del desarrollo de una vacuna única en el mundo
Es sabido que, desde hace tiempo, Argentina exporta al mundo cientos de científicos. Jóvenes formados en universidades públicas han cruzado el Océano Atlántico y desarrollan sus vidas en Europa. Bolívar tiene en la actualidad una referente que trabajó sobre un tema que preocupa a los expertos en el viejo continente: la alergia a la avispa asiática.
Gabriela Pretre nació y vivió en Bolívar hasta egresar, en 1998, del entonces Colegio Nacional. Cursó la carrera de bioquímica en la Facultad de Ciencias Exactas de La Plata y realizó un doctorado en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular con una beca del CONICET.
Su primer destino fuera de Argentina fue París, Francia, tras obtener una beca para realizar un posdoctorado en el Instituto Pasteur. Luego se mudó a Toulouse, al sur de ese país, donde trabajó en una vacuna contra un patógeno de vacas en la Escuela Nacional Veterinaria de Toulouse.
A lo largo de su carrera científica Pretre se abocó a la búsqueda de candidatos vacunales, trabajó con vacunas humanas contra la leptospirosis y desde el año 2020 integra la compañía farmacéutica Roxall Medicina España, dedicada a la producción de vacunas para inmunoterapia.
“Las vacunas de inmunoterapia son para tratar a personas alérgicas y prevenir que una futura exposición al alérgeno les produzca una sintomatología, que puede ir desde una cosa bastante sencilla como una urticaria, a cuadros súper graves“, explicó la bioquímica en contacto con PRESENTE.
Única en el mundo
El laboratorio Roxall lanzó recientemente al mercado farmacéutico la única vacuna disponible para las personas alérgicas a la avispa asiática, conocida científicamente como Vespa velutina. Entrevistada por el medio La Nueva España, Pretre, que participó del experimento, contó cómo fue el desarrollo de la vacuna.
Para la fabricación de la vacuna se debe seguir un proceso determinado que consiste en congelar los nidos de avispas, desarmar sus paneles y separar los especímenes de acuerdo a su sexo. Luego, extraer el veneno de las hembras -que son las que pican- para analizarlo y obtener de allí la materia prima.
Pretre explicó que el insecto produce picaduras mayormente durante el verano y el otoño, y que a diferencia de las abejas o abejorros, que dejan el aguijón suelto en la piel, las avispas asiáticas son capaces de retraerlo y volver a picar.
Según explicó, el avispón se ha expandido rápidamente a raíz de tres factores: la coincidencia climatológica con su zona de procedencia; la disposición de una gran fuente de alimentos y la inexistencia de un depredador directo capaz de hacerle frente. “Hay registros que la expansión no va más allá de las zonas atlánticas“, describió.
Marcos Lede Mendoza
Oscar ‘Gringo’ Cardoso, el cantor que representó a Bolívar en el Campeonato Federal del Asado
